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- 372 - Especialidad del Beato Diego. - Su especiali– dad, puede decirse, era la S. Escritura, la Teología, Moral, J\'lística y Derecho Canónico . (1) En lo que pu• diéramos llamar grupo de ciencias profanas, el Beato Diego es hombre de su tiempo y escribe y habla, se– gún las fuentes de que dispone. Mas se ha de notar que predicando a Urnversidades, Sociedades Econó– micas , de Medicina, Academias militare;;, se daba el caso de estar al corriente de todas las materias, aun lr. s más ajenas a su ministerio. «Aunque este sabio Padre-escribe Fray Mariano de Sevilla- no hacía más estudio que el de la Sagrada Biblia, fué no obs– tante uno de los hombres más eruditos que muy de tarde en tarde han producido los siglos. En todas las facultades y materias era completo, aun en aquellas que parece dicen muy poca conexión con el min iste– rio espiritual de un varón sing ularmente apostólico. El claustro de abogados y su Acuerdo de la ciudad de Granada le oyen tres noch es seguidas, y en ellas, según testimonio de los oyentes, le admiran tan sabio jurisconsulto, que parece no ha empleado su gran ta– lento en otros ejercicios que en los estrados y defen- (1) «Su cie ncia profundísima era sobre todo admi– rable en las materias dogmáticas y puntos difíciles de la fe. Estaba como el más diestro profesor, instruidisi– mo en todos los sistemas. Sabía por á pices las senten– cias todas de los teólogos y controversistas más fama– .sos. La Suma del Angélico Maestro la usaba con tanta destreza, que parece la poseía de memoria. Era un ca· nonista consumado. Nada ignoraba de cuanto el Maes– tro de las Sentencias escribió y después se ha añadido en sus voluminosos comentos. Sus sermones de Trini– dad eran ino>mparables, en materias de predestinación asombrosos, mien tras los asuntos eran más escabrosos y difíciles, con más propiedad y erud ición los explicaba y decía , sin verse jamás agotado el fondo inmenso de su sabiduría. > Fr. Ma ria no de Sevilla -uración fú ne• bre, pág. 1-J.