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CAPÍTULO XXV Ciencia del Beato Diego Pocas veces se habrá profesado a la ciencia tanto culto como en la segunda mitad del siglo XVIII. Un ansia general de ilustración se extiende por todas las capas sociales; se pretende catalogar los conoci – mientos humanos en obras de carácter enciclopédico ; se crean Academias de Bellas Artes y Sociedades Económicas en las grandes ciudades de España; aparece cada día una ciencia nueva , y la ciencia mo– derna empieza a renovar todos los conocimientos humanos; torna gran incremento y cada vez más in– fluencia el periodi smo ; y , entre esta efer vescencia , a la vez política, científica, literari a y económica , de una soci edad que muere y otra ·que va a hacer su aparición en la historia, nace el si glo XIX, ateo , lleno de ciencia vana , engreído con los descubri– mientos que cada día se suceden en el mundo sabio, saturado de fermentos revolucionarios, que amena– zan subvertir todo el orden social, y acabarán por engendrar guerras y revoluciones terribles , ensan– g rentando la faz del mundo . La Iglesia se ve atacada en todos los terrenos . Se niegan las Sagradas Es– crituras , su dogma y su moral ; se proclama la inde– pendencia de la razón ; se combate el origen de la autoridad; se discuten los fundamentos de su fe y el tesoro de la verdad revelada ; se la envuelve en ca-