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- \!5\J- veces en Sevilla, como fustigase las modas escanda– losas de las señoras de aquel tiempo , que con los trajes de corte iban indecentísimas, llegóse a él el venerable y santo hermano Fr Carlos de Umbrete, y le dijo: - «Padre Fr. Diego, al tronco, al tronco. Predi– que Vuestra Paternidad mucho , mucho del amor de Dios, y el escándalo que dan las mujeres con sus modas se quitará. » Obedecióle el Beato, como si fuer a su superior, y predicó del amor de Dios , obteniendo grandísimo fruto. Sermones en Málaga .- - En Málag a tomó por punto doctrinal , durante los 20 días de la Misión, el primer mandamiento . En todas estas veces no se re– pitió, y, al acabar uno de los puntes, uno de los teó– logos más sabios de la ciudad, en medio de un grupo de ellos , exclamó: «Desengañémonos , que si no es estando en el cielo, no se puede oir ni saber más del amor de Dios. De la abundancia de su cora zón nos ha hablado este hombre ». (1) Sermones en Orense. - En O rense le sefialó el Sr. Obispo por tema de sus sermones el amor de Dios, porque , decía el Prelado que era lo que más le movía. - «Sr. Ilustrísimo- replicó dulcemente el Beato - no predico yo otra cosa que el amor de Dios y caridad del prójimo >> . Nueve días consecutivos habló de este asunto , con doctrina tan nueva y opor– tuna, que al acabar decía el Sr. Obispo, lleno de ad– miración y entusiasmo: - Hoy hemos oido a San Fe– lipe Neri; y al otro día: - 1-Ioy nos ha predicado San Francisco Javier, y así en los días sucesivos . (2) (1) P. Luis A. de Sevilla, pág. 68. í2) P. Alcober. Historia cte la vida interior y exte– rio r etc. príg. 325.

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