BCCCAP000000000000000000000178

- :¿5:--; - se me concediera la perfección de todos los santos y el amor de los bie13 venturados; pero me conozco distantísimo de pruporcionarme. Revienta mi cora– zón por ser todo de Dios, por logra r su intento, que es no fa ltar un ::ípice a lo que el Señor quiere de mí. De aquí es que , cuando oigo o pienso que en mis tareas censuran algo, se quejan, me delatan, etc. to– da mi angustia es : Yo he faltado a lo que Dios quie– re de mí: estos lo conocen y yo no. Si terno, corno miserab le, la desgracia de los poderosos, me pa rece -que sin mucho trabajo se me desvanece: mas en lle– gando a esto de haber faltado un ápice a la voluntad de Dios y a lo que quiere de mí , no cabe consuelo en mi corazón. No me turbo ni me inquieto; pero sé me es una congoja tan interior y profunda, que, si no me engaño , es ella la que debilita mis fuerzas más que las tareas corporales. Toda mi ansia es lle– nar lo que Dios ha dispuesto de mí, y en una palabra, Padre de mi corazón y de mi alma , ser en esto una perfecta semejanza de mi Señor Jesucristo, porque así lo seria en todo. ¡Ah si llegara ese día tan de– seado de mi alma! Sólo con esto me parece sosega – ría mi corazón. Deseo un interior , familiar y altísimo trato con Dios, seco, amargo, y lejos de toda sensi· bilidad; quisiera hacer asombrosos prodigios en el mundo; quisiera pasar las noches en oración sin ne– cesitar dormir; quisiera que a cuantos hablase se convirtiesen, y quisiera ¡qué se yo qué!, pues nada , nada, nada llena mi corazón , y creo que uno de los mayores quebrantos que padecieron los santos, fué esta insaciabilidad de sus corazones en lo que desea– ba obrar por Dios . » (1) Sermones en Sevi ll a .-Predicando las primeras (1) «E l Di rector Perfecto -, . Carta del 1G de julio de 1779,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz