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-21- rocío celestial de la divina palabra? No es de extra– ñar que la incredulidad, el libertinaje, la burla sacrí– lega, la vuelta al paganismo y el desenfreno de las costumbres lo arrasaran todo. Fr. Diego de Cádiz y su maestro el P. González rompieron con la moda y reformaron la oratoria sagrada . A la predicación gongorina sucedió la apostólica. Desterráronse del púlpito la mitología, las citas profanas, la:, cabrio– las literarias, los retruécanos ininteligibles y poco serios, y volvió la palabra de Dios, con :,u sencilht elegancia, a instruir al pueblo. Teología Dogmática, Moral y Mística, Sagrada Escritura, Santos Padres, Concilios, Historia Eclesiástica, Derecho Canónico son las fuentes de esta nueva oratoria, como hoy lo manda la Iglesia, lo aprueba el buen gusto y lo exige el respeto debido a la palabra de Dios. El mérito de haber logrado esta reforma transcendental corres • pondió en gran parte al Beato Diego y a su Director el P. Francisco Javier González, y esto no debiera olvidarse al estudiar la oratoria española del si · glo XVIII. Elocuencia del Beato Diego .-¿En qu¿ consis– tía la elocuencia del Beato Diego José de Cádiz? Esta ha sido siempre la pregunta de cuantos leen su vida, y vamos a tratar de satisfacerla , advirtien– do antes que es imposible retratar lo sobrenatural. Descompongamos esta oratoria en sus elementos, Entendimiento superiormente ilustrado, voluntad es– pecialmente movida, gracias decorantes, corno el milagro y la profecía, ráfagas de luz celestial, don de entendimiento y de sabiduría: todo esto forma la parte sobrenatural de la oratoria. En la parte que pudiéramos llamar natural y adquirida, su presencia venerable y majestuosa, su austeridad , modestia y recogimiento, su dicción y accionado elegantísimos, Jo dotan de una elocuencia que pudiéramos ll ama r na - :i