BCCCAP000000000000000000000178

-í7 - Santos Padres y Derecho Canónico, soltura y gracia en el decir, variedad y novedad en los asun tos, lo– cuci ón flúida y elega nte , finu ra y natural idad en el· accionado, estudio serio que agota el asunto, liber– tad y entereza apostólica para exponer la verdad, vehemencia para acometer , fervor para persuadir, unción y ternu ra para conmover a los oyentes, y ese quid divinum, que a un mismo ti empo persuade, con– vence, aterra, conmueve, consuela y arranca lágri– mas: todo lo encontramos en este hombre extraordi– nario, que se puede pone r a la cabeza de los orado– res de España . Sol amente así se concibe que veinte, treinta y cuarenta mil personas estuvieran pendientes horas y horas de sus labios; que las ciudades y comarcas en– teras se despoblasen para oír le; que no hub iera tem– plos capaces para sus auditorios y fuera necesario predicar enmedio de las plazas; que los hombres más sabios de su ti empo sa li eran asombrados, llorosos y dando gritos de entusiasmo; que los oradores más célebres se quedara n ecli psados al lado suyo, y, lejos de sentir emul ación, corrieran presurosos pa ra oi rl e; que no hubiera nada ni nadie que pudiera resistir el empuje de su elocuencia avasalladora; que arrasara los tea tros, hiciera piras de libros malos y lograra que públi camente se perdon asen y abrazasen los enemi – gos; y fi nalmente que dejara a esta Andalucía como un trasunto de la gloria, donde sólo resonaba el santo Dios. ¿Cómo puede extrañar esto, si sobre su cien– cia, que era mucha, venía el torrente de la ciencia infusa, para que hablara altísimamente de los más hondos misterios? ¿Si se le veía envuelto en resplan– dores celestial es, con una paloma misteriosa sobre sus hombros , mandando a las nubes que cesaran de llo– ver, al rayo que desviara su tray ectoria, al trigo que se multiplicara y al toda clase de enfermos que sa-

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz