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- 179- vadonga, Nuestra Señora del Camino, Monserrat, exhortando en todos ellos al amor de María Santísi– ma. Los milagros más asombrosos con que confirma esta misión del cielo los obra con las cedulitas de la Inmaculada. Cuando habla de Ella, todos notan que es inagotable, que predica muchos años s : gui– dos, sin repetirse, una misma novena; que una sua– vísima dulzura impregna sus labios y empaña su vo1., y que aquel león que hace temblar ciudades enteras, se deja guiar como un niño, cuando se le pide algo en nombre de i\1.aría. No alcanzó a ver la definición -dogmática de la Imnaculada; pero se afirma que la vió proféticamente. (1) A él le tocó prepararle los caminos del triunfo. '.:::.; Entre los muchos sermones que predicó de la In– maculada Concepción, nos queda uno casi completo, predicado en su edad madura, en la Colegiata de je– rez de la Frontera, con asistencia de los dos Cabil– dos. El sermón se divide en dos partes: inmensidad de la gracia concedida a María en su Concepción In– maculada, y correspondencia a ella de la misma Seño– ra. En el desarrollo de este tema, en las pruebas, en los textos, y en todo él, aunque algunos puntos sólo -están esbozados, es verdaderamente admirable. (2) Visiones. - ¿Cómo no había de corresponder la (1) El P . Ambrosio de Valencina afirma en sus no– tas al «Director Perfecto», que el Beato en Andújar dijo a las MM. Capuchinas que ya había m1cido el Papa que había de definirlo, Pío IX. que la defin ió en 1854. - «El Director Perfecto», pág. 369.- Edición 1924. (2) Sermón de la Purísima Concepción de Nueftra Señora, que en la Iglesia Colegial de Jerez de la Fron– tera, presente el llm•>. AyPntami ento, el día 8 de di– ciembre de 1793, predicó e l ,i\ . R. P. Fr. Diego José de Cádiz, del Orden de Capuchinos de In Provincia de An– dalucía y Misionero Apostólico de Propaga nda Fide.– Obra póstuma.- Sevilla: Impr. de Padrino, 1818.

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