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-138- Carta al Marqués de f.¡ Puebla.- El último asunto en que intervino fué en la vuelta del tea– tro a Córdoba. Avisado por el Sr. Venero de que trataban de introducirlo en dicha ciudad, es– cribió la célebre Carta al Marqués de Lendines y de la Puebla. Sostiene el Beato en esta interesantí– sima carta, que el teatro es de origen revolucionario, tanto en los tiempos antiguos como en los modernos; que el teatro en España está depravado y «es evi– dente que si se abre esta puerta, se introducirá por ella el enemigo de un modo, no sólo irresistible, sino irreparable. La impiedad se va apoderando tanto de ellos que se nos haría increíble, si no lo viésemos.» El teatro, según el Siervo de Dios, va contra la mo– ral cristiana y las buenas costumb res. Y, como si. esto no fuera bastante, le recuerda a la autoridad sus deberes en este valentísimo párrafo: «En atención a esto y a que de la introducción de las comedias y de su representación se han de se– guir, e indefectiblemente se siguen, innumerables pe– cados mortales, de todas sus siete especies, como una continua experiencia nos lo tiene evidenciado, vea V. S. bien y refl exione qué será lo que le co– rresponde decir y hacer en el presente caso. Toda esta vasta población y cada cual de sus vecinos, sus almas y sus conciencias claman a V. S. pidiéndole qi1e los preserve del gravísimo mal que les amenaza. Los sacerdotes y confesores piden que les excuse la indecible amargura que padecen en no poder absol– ver a los que van a las comedias , ni a V. S. si los a-drnite o los protej e. Los predicadores, de la pre- en la Real Audiencia de Sevilla. - Con licencia. - En di– cha ciud,i d, por D. Félix de la Puertá. impresor en ca– lle Piñones, n.º 1S,-Año de 1795. » (Biblioteca Colom– bino, 5S-2-5.)