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-125- ,composición antes citada, se conserva otro, que es una verdadera improvisación. Enemigo de que lo re– tratasen , le presentaron en Sevilla un retrato suyo hecho por una señora mientras predicaba. El retrato debía ser pésimo. El lo miró, se echó a reir e im– provisó la siguiente décima: EPÍGRAMA Retrato, qu ien te pintó No supo lo que se hizo, Pues te pintó como quiso , Y al fin malo te sacó. Dicen que eres otro yo ; Mas no concibo en qué grado: Si en lo natural, errado, Si en lo moral, es error: Tan sólo en lo pecador Me vienes como pintado. En muchas ocasiones, cuando estaba de buen hu– mor o le sucedía algún percance, como el de la Man– cha , rompía en poesías jocosas para alegrar a sus compañeros, que acaban también por reírse grande– mente con sus ocurrencias, a pesar del cansancio, del hambre y los malos ratos. La sentencia que insertamos, la escribió para po– .ner lr1 a los pies del Crucifijo: CRISTO AL ALMA EPÍ GRAMA Sufre, pues por tí sufrí , Que cuanto adverso te viene Sabe que así te conviene, Pues iodo viene de mí. Mi bondad me puso aquí,