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-5G- sia por la copiosisima lluvia milagrosa que empezó a -caer. (1) Pred:cando también en el convento por este tiempo, una niña de nueve años exclamó: . - ¡Madre! ¡Madre! ¿No veis que el P. Caamaño tiene un pajarito en la espalda? Alborotóse el auditorio , y el Beato, suspendiendo el sermón, les dijo: -¡Hermanos, hermanos, tranquilizáos! (¿) Ante tales prodigios, con el disculpable egoísmo de tener entre ellos a un santo, el Clero, las autori – dades y el pueblo pidieron al P. Provincial, Fr. An– tonio de Irlanda, que lo dejara entre ellos. El duque de Arcos secundó también la pet ición, y el P. Pro– vincial los tranquilizó, por entonces; pero Dios iba disponiendo las cosas, para que aquella luz extendie– ra sus rayos por toda EspaI'ia . (1) Cardenal Vives, «Vida documentada», pág. 24. (2) Cardenal Vives, ibid.

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