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-653- el Consejo de Castilla. Este ejerce la censura y aprobación de libros con notable desacierto. El In– quisidor General ha creado una Junta, que ha emiti– do dictamen sobre las obras de la Enciclopedia, las de Nicole, etc. Ahora bien, esta Junta no ha sido dotada, ni se reponen los sujetos que van faltando, y amenaza deshacerse. Si las obras del Padre Cádiz -concluye-hubieran pasado por la censura de esta Junta, no hubiera nada que lamentar. Doctrina sobre la Asunción.-Esta es la sus– tancia del informe. Mas el Inquisidor General en– cuentra otra inexactitud teológica en el sermón de la Asunción, predicado en Ronda e impreso en Mála– ga, que se halla en el tomo V de sus obras. Citare– mos las mismas frases del Inquisidor General: «Esta falta de exactitud teológica se advierte en el sermón de la Asunción de Nuestra Señora, que se lee en el tomo V de las obras del dicho Padre Cádiz, y en el cual, para realzar las glorias de María Santísima, asegura que esta Señora murió, no por la precisa condición y ley de los demás mortales, sino por un acto libre y meritorio de su voluntad, con que, de– jándolo Dios a su arbitrio y elección, como han que– rido algunos contemplativos, eligió morir, para no discrepar un ápice de la semejanza con Jesucristo. (1) Esta es una doctrina poco sana, y que sólo puede hallar apoyo en los sueños místicos de algunos devo– tos indiscretos. La Virgen Santísima murió en ejecu– ción de una sentencia comprensiva de todos los hom– bres: Statutum est hominibus semel mori, dice S. Pablo. (2) Los Padres de la Iglesia nos aseguran que, como hija de Adán, estuvo sujeta a la muerte; y lo que es más, la misma Iglesia, en la Misa que se lee (1) Pág. ISO. (2) Ad Hebr. cap. 9. .[.j

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