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- 42- jesús Sacramentado de hacer lo mismo con cuantos pudieran llegar a sus manos. (1) Contristado y dol orido, miraba a la Iglesia de ·Cristo, rodeada de enemigos y perseguidores, que vicio, dentro de un convento de Capuchinos en And a – lucía lo estrechaban sin duúa sus compañeros y profe– .sores para que leyera los libros francese"" ¿qué habría -de suceder en otro,; medios sociales?» (Pág. 11 9 1. El Sr. Salcedo sufre de buena fe un error, que con– viene redificar. El Bea to Qi,,go no era novici11, sinu .que acababa de cantar Misa. En nuestros noviciados no se permite ni aun recibir cartas de sus padres, y, en ,cuanto a libros, sólo espirituales y con licencia del Maestro. El incauto proceder de algunos Padres se ex– ·plica muy bien, porque ellos no podían ni remotamen– te figurarse el diabólico plan de los Ministro::; de la Ca– tólica Majestad de Carlos 111. Hemos dicho a~1;11nos, porque vivían entonces en Cádiz muchos religiosos .dignos de losa/tares. (1) JusTINI FeB1W!\'11 J. C. u. De Statu Ecclesi::E et legitima potestate Romani Pontificis, líber singularis ad reuniendos dissidentes in religione christianos compo– situs. Bullioni.-Apud Guillelmum Evrardi.-1765 - Bi– .blioteca de Capuchinos de Sevilla. (Sección de prohi– bidos). Febronio es seudónimo de Nicolás de Hontein, Obis– _po A. de Tréveris, que lo firmó con el nombre latiniza– do de su sobrina Justina Febronia . Clemente XIII lo puso en el Indice el 27 de febrero de 1764, y Pio VI con– denó el febronianismo en el breve «Super suliditace» en ·28 de noviembre de 1786, -Ju1c10 IMPARCIALSODre las letras en forma de breve que ha publicado la Curia Romana, en que se inte"tun .derogar ciertos Edictos del Srmo. Sr. Infante Duque de .Parma y disputarle la soberanía temporal con este pre– texto-Madrid-En la oficina de D Joáqnín de lbarra, .Impresor de Cámara de S. Majestad -1769-Bibliu– .teca de Capuchinos . (Sección de prohibidos). Este libro y la Regalía de la Amortización, retratan al leguleyo Campomanes, verdadero precursor de los des– amortizadores. Véase al P. Luis A. de Sevilla. pág. 81.