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-G20 - Carlos a la Real Maestranza, en lugar de su anual función de caballos, función de Iglesia, cnyo sermón de rogativas debo de predicar» (1) El Siervo de Dios. viendo a toda Andalucía in – festada por la epidemia, se - ofreció a los Prelados para asistir a los coléricos, deseando dar su vida por sns hermanos en el heroísmo de su caridad; mas las autoridades de Ronda le hicieron saber que, mien– tras durase el cólera, no le dejarían salir, pues se seguiría un tumulto grande en el pueblo. Ronda se consideraba segnra mientras tnviera al gran Após– tol, y realmente no se equivocó, porque a él le debió librarse del contagio. (2) Visiones.-Nuevas visiones vinieron a instruirlo. «En este tiempo me ocurrió que, durmiendo una sies– ta, me pareció ver un lagarto detrás de una cortina de un cuarto por donde yo me paseaba. Quise echar- (1) Cartas de conciencia, 14 de octubre de 1800. (2) Los remedios que daba el gran Apóstol contra el cólera eran los siguientes: «He dicho a un sujeto de Sevilla, que si en esta ocasión, después de la confesión general, arreglo de costumbres, de quitar libros malos, modas, diversiones, etc. usamos en comunidad i::ada fa – milia rezar el Santo Rosario, invocar al Señor S. Ra – fael , a San Sebastián y a San Roque, y se pone la san– ta Cruz sobre la puerta de casa, con alusión a la san– gre del cordero que pusieron en los quicios de las su– yas los hebreos, podemos esperar ser preservados. » Cartas interesantes, pág. 132. - Compuso el Beato Diego José de Cádiz, cor. motivo del cólera , la letrilla popular, que pueden ver nuestros lectores en el capítu– lo del tomo 11, titulado El Beato Diego como poeta, y que empieza así: Aplaca, Señor, tu ira, Tu justicia y tu rigor; Dulce Jesús de mi vida, Misericordia, Señor. Se encuentran distintas glosas de la anterior letri– lla, obras de poetas anónirqos.

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