BCCCAP000000000000000000000177

- Gl 9 - -¿No seré yo como el mal profeta Balán, que andaba sobre la burra? El compañero, enternecido ante su humildad, le contestó que ni era Balán, ni iba a maldecir a un pueblo, sino a bendecirlo. (2) Prontamente se tuvo que volver a Rond a, des– pués de haber hecho mucho fruto en Grazalema, porque aquella ciudad, temiendo el contagio, hizo públicas rogativas. «Acabo de regresar aquí-escri– be-de la villa de Grazalema, que dista tres leguas, donde fuí a predicar la novena del Santo Rosario, que no pude concluir por tener que predicar acá su último día; mas por las maiianas prediqué tres días al clero, a petición suya, que no fué trabajo perd ido, creo. La predicación en esta ciudad (Ronda) la he he– cho con bastante ardor y movimiento interi or, así la vespertina como la matutina, no obstante la falta de fuerzas, que alguna vez se dejó sentir bastante. El fruto parece que ha sido algo manifiesto, singular– mente en la reforma de sus trajes en las mujeres y en algunos hombres . Aquella alma de quien hablé a usted en otra, dijo a su Director, que en el sermón segundo que hice en la rogativa de los Cabildos vió que Nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre ocupaban el púlpi– to, teniéndome en medio, y que en este sermón to– dos en el auditorio, que fué muy crecido, hicieron buenos prepósito~, mas que saliendo de allí no todos los cumplieron, y que faltaban algunos que repugna– ban la doctrina. S0n continuas las rogativas, nove– nas etc. El lunes próximo, día 20, debo empezar una de vespertinas a la Divina Pastora. El día de San (1) Cardenal Vives, pág. 287.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz