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- 618 - la una que la otra, que con carrera acelerada huye– ron por diferentes sitios. Corrí yo a matar a la me– nor, que huía por donde yo estaba, mas no pude con– seguirlo; volví a matar la otra, en cuya diligencia andaba un sacerdote secular, que no ví ni conocí; mas ni él ni yo la alcanzamos. La inteligencia de esto no se me ha dado. Sólo se me hizo presente que acaso las dos primeras ara– fías significarían que sobrevendría a esta ciudad de improviso el contagio de los Puertos, y que las dos segundas representaban este y los demc:Ís pueblos, donde, o no cesaría la epidemia, o no se haría fruto sin ella con sola la predicación. » (1) Interpretaciün de la visión .-EI Padre Francis– co de Asís Gonzc:Ílez le interpretó estos sueños, es– cribiéndole: «Dos urañas, dos contagios o castigos : o la primera que con sus hilos se extiende por la sala, la peste, y la segunda la obcecación y atribuir a cau– sas naturales el contagio. Las do-, arañas corriendo, que ni tú ni el otro sujeto pudieron matar, los dos contagios o castigos, que correrán sin poderlos detener ni predicación, ni oración, ni nada. No pueden ser tus pecados y tú porque tune Satanas in seipso div issus esset, y .Juego porq..1e tú corres a matarlas con el otro. » (2) Expedición a Grazalema.-EI 3 de octubre salió para Grazalema a predicar la novena del Rosa– rio. Caminaba tan penosamente, a causa de sus en– fermedades, que el compai'iero tuvo que imponérse– le y le mandó montar en una burra, porque el cami– no era montañoso y áspero. El Beato, que se vió en lo alto de la burra, exclamó: (1) Cartas de conciencia, 14 de octubre de 1800. (2 Cartas i11teresantes, 16 de septiembre de ltOO.

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