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- 600- Diego José de Cádiz para tan terribles profecías? Además de la visión de las araiias, cuyo significado le interpretó el P. Francisco de Asís González, va– mos a insertar una serie de documentos, hasta aho– ra inéditos, de gran importancia histórica: «Una noche escribe la Hermana Antonia--es– taba en unión muy estrecha con mi amado Jesús, y oí que me decía: << Querida esposa mía: atiende con ·reflexión a lo que se te representa. » Y ví una Reli– gión y a un sacerdote de aquella Religión, que se me apareció con un libro en la mano, y me dijo: «Ave María ». Yo respondí: Gratia plena. Y medi· jo: «Lee esos renglones.» Aunque hice las acostum– bradas pruebas, no se movía, y quitaba la vista del libro por no ser engañada, pero al instante se me po– nía delante de la vista. Y vi decían las letrasjesús, .Maria. Y leí y decía: «Esta Religión que ahora ves caída, ha de ser al fin del mundo; y han de ser hom– bres de grande fe y acabarán sus vidas en grandes martirios por la defensa de la Iglesia. » Y desapare– ció la visión. Y oí que me decían: «Ma ría Antonia, pide por la santa fe. Mira, hija, que hay en la Igle– sia mucha relaj ación entre mis sacerdotes, que ya me tienen sin fuerzas, y estoy para descargar el golpe de mi justo enojo contra los mortales. No ten– go, hija mía, donde descansar y reclinar la cabeza, sino contigo y los pocos que me aman. Como tenía en la mano al Crucifijo, no se había unido a mi pecho aquella noche, como otras, y re– clinó el Seiior la cabeza en mi pecho, y me dijo: «Aquí descanso , aquí deseo estar contigo, si tú me amas y n-e quieres. Ye, me abracé con el Crucifijo, y me quedé gozando de tales dulzuras que no las puedo explicar. » (1) ( 1) No sabemos qué Re ligión será esta, tal vez la