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- 584 - Se delata a si mismo a la lnquisición.-Aun no respuesto de la enfermedad, le sobrevino una nueva tribulación. Un religioso de Cataluña, leyen– do el sermón de la Asunción de Nuestra Señora, predicado en Ronda e impreso en Málaga, encontró una proposición que creyó herética. He aquí como él la explica: «Durante mi enfermedad tuve que tra– bajar un memorial de tres pliegos y medio para el Sr. Inquisidor General, delatando y retractando una proposición que inadvertidamente puse en el sermón de la Asunción de María Santísima (impreso en Má– laga el año de 1798) que decía: «La muerte quepo– ne fin a la vida de los hombres, es una condición o propiedad inseparable de la humana naturaleza, que siempre la hubiera padecido, aunque Adán no hu– biese pecado. » Parecióme entonces que para ello tenía bastante fundamento, así en la autoridad del Señor Santo Tomás, que cité, como también en otra que cité de San Agustín, pero habiendo re– flexionado después sobre ella y cotejándola con la doctrina católica, y visto con intención la de estos santos doctores, advertí haber padecido equiv.;ea– ción en la inteligencia de sus respectivas autorida– des, y que la enunciada prnposición prout jacet et praeter intentionem loquentis es falsa y herética y una de las herejías de Pelagi o: error condenado por nuestra Santa Madre Iglesi a en los Concilios Iliberitano y Tridentino. En cuya inteligencia, con– vencido del yerro, aunque material e involuntario, me tlelataba, retractaba y desdecía pública y solem– nemente de lo que en la citada proposición dije; la cual, aunque dicha en otro sentido del que la dijo aquel hereje, la detestaba por la similitud que tenía s;on la herejía de Pelagio, protestando como verda– dero católico y fiel hijo de la Santa Romana Iglesia, que firmemente cree y confiesa este dogma de fe,