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-3G- rarás usar de postre e11 la-; comidas alguna cosa amar– ga, singularmente en los viernes, Cuaresma y víspe– ras de los días de tu especial devoción. Tu cama será la que tuvo el Hijo del Eterno Padre en el desierto, esto es , la ·desnuda tierra, y por almohada algún ma– dero; y aunque la cama de la celda sea igual a la de los demás religiosos, no has de usarla sino por obe– diencia o necesidad; pero con la almohada de paja y una vieja y pobre manta. Los cilicios los usarás con– forme dispusiere el confesor, y si lo deja a tu arbi – trio, los usarás cada día dos horas a la mañana y dos a la tarde. Las cuaresmas de p:-ecepto, los viernes, los sábados y vísperas del Señor y de la Virgen, sólo te los quitarás para dormir. Las disciplinas se– rán cuotidianas, a lo menos una todos los días; los viernes, los días de Ejercicios, las cuaresmas y las vísperas de devoción, tres; los sábados y demás vís– peras del Señor y de la Virgen, lo menos dos, y esto prescindiendo de las de Comunidad. En tiempo de frio, no buscarás ni usarás del alivio de la cande– la, acordándote de que careció de ella el Niño Dios en su nacimiento entre los rigores del invierno. En beber el agua serás moderad,), bebiéndola sólo a las horas de comer en todo tiempo, sin buscarla templa– da para el invierno ni fresca para el verano. El sueño será lo que restare de la oración. En esta serás cuidadoso con el mayor esme:-o, poniendo en ella todo tu cuidado y aplicación, pues sin oración no hay espíritu ni devoción. En ella gas– tarás muchos ratos, siendo indispensable el tener tres horas cada día, por este orden: la primera de la Comunidad sobre la Pasión del Señor, distribuida por los días de la semana, que será: domingo la Ora– ción del Huerto; lunes, la Prisión y Presentación en los Tribunales; martes, la Flagelación; miércoles, la Coronación de espinas; jueves, la Cruz a cuestas;

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