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-571- La nueva Magdalena.-En esta Misión de Cá– diz, en uno de los sermones que predicó en las Igle– sias de la ciudad , debió convertirse aquella nueva Magdalena, de la que hablan sus biógrafos. Fué a oirlo por curiosidad, ataviada de sus más ricas galas, y llamando la atención por lo inmodesto de su traje, sus riquísimas joyas y su hermosura. Pronto la divi – só el Beato, y dirigiéndole los acerados dardos de su palabra de fuego, la pecadora fué pasando del asombro al temor, del temor a la compunción, y de la compunción al llanto . Sintió vergüenza de sí mis– ma y deseos de llorar a gritos; pero se contuvo, se arregló el escote , se quitó disimuladamente las jo– yas, y, cuando el templo se quedó vacío y solo, dió rienda suelta a su dolor y a sus lágrimas. Arrepen– tida de sus culpas, buscó al Siervo de Dios, hizo con él una, confesión general, y empezó una penitentísi– ma y edificante vida, sumándose al número de los convertidos por el gran Apóstol. Lluvias milagrosas.-Ei año 1798 fué tan esca- ,-) 8 so de lluvias, que se dió ya por perdida la cosecha. En toda la primavera el cielo parecía de bronce, a pesar de las rogativas de todos los pueblos, pidien- do el agua. Al llegar a ellos el Beato Diego, todos desde el pequeño hasta el mayor le suplicaban que pidiera a Dios la lluvia suspirada. Notóse que al sali r de los pueblos llovía lo necesario, y estas llu- tos que se toca ron en los cinco sermones predicados en Cádiz a los señores de las Iglesias protestantes, en las tardes de los días 20, 21, ~2, 26 y 27 de abri l de 1798, por V. P. Fr. Diego José de Cádiz, Capuchino de la Provincia de Andalucía y Misionero Apostólico de Propaganda Fide. -Obra póstuma.- Madrid, afio de 1822.-lmprenta de Fermín Villalpando.-lmpresor de Cámara de S. M.-Los croquis de las cinco se hallan en el P. Luis A. de Sevilla, pág. 460.