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-551 - con instancias . De las ofertas de aquell as señoras con su casa, facultades, etc., no acabo de entender lo que ello sea. A pesar de todo esto deseaba mu– cho el morir, temeroso de que viviendo volvería a ofender a Dios . No llegó el caso de recibir el Santo Viático, porque dieron por poco el peligro, mas me confesé y traté de prepara rme para morir. A esto me inclinó otro sueño, que tuve un rato después del referido. Representóseme en él, como que iba no sé a qué parte, y que siendo el camino muy ancho y trillado, era todo de polvo y arena muy suave; pero que estaba mojado como de haber llovi– do y de haber corrido sobre él las aguas de las llu– vias, de modo que estaba hecho todo muy tierno y fácil de andar por él. Sin saber cómo, a los primeros pasos me vi caído en él, pero tan sin fuerzas, que a pesar de lo suelto del lodo, me fué imposible levan– tar un brazo, ni aun sacar de él una mano. Pedí so– corro a uno que me parecía me acompañaba, para que me diese o arrimase su bastón para incorpora r– me; pero al tiempo de dármelo o de querer yo asirme de él , se desvaneció, y me quedé tan postrado como estaba. A breves instantes, me hallé a un lado del propio camino, igualmente caído en sitio aun más fá– cil de salir de él que el primero; mas no hubo medio ni arbitrio alguno para levantarme. A esto desperté. Pensé de lo dicho que en ello se significaba mi muer– te de esta enfermedad, no obstante ser fáci l de curar, y que los médicos acertarían con los remed ios opor– tunos, mas al fin se verificaría el morir. Me confirmé en este mo_do de pensar con el caso siguiente: Estando aún amenazado de mi peligro, me avisa– saron que una mujer embarazada, de resultas de un susto, se había accidentado gravemente, y con tan intensos dolores, hincháronse los pies, qne por ins– tantes se temía una desgracia en ella y en su feto, y