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- 507 - llas funciones inexcusables en que es forzoso hacer– lo también por la mañana. » (1) Habiendo concluído en Antequera, pasó a Cabra, donde predicó varios sermones, y después a Ronda, en la que debió escribir la ·novena de S. Vicente Fe– rrer. Hizo después un viaje a Córdoba para predi– car en las tres funciones que hizo allí lf: Provincia en la inauguración de una primorosa imagen de Cris– to crucificado, en desagravio de los sacrilegios come– tidos por los franceses; y siguió a Ecija, en la que predicó en el establecimiento del Jubileo Circular de las Cuarenta Horas, igualmente en desagravio y para que se alistaran soldados. Oración fúnebre del V. Fr. Santiago de Mel– gar.-EI 19 de mayo llegó a Sevilla para predicar las Honras fúnebres del V. H. º Fr. Santiago Fernán– dez, del convento de Agustinos Recoletos de Nues– tra Señora del Pópulo. (2) ¡Qué preciosidad de or 8-:ión fúnebre! Si no que– dara nada más que esta para juzgar al Beato Diego como orador, bastaría ella sola para acreditarle como martillo de la revolución, como apologista elocuentí– simo, como escriturario insuperable. Aquello no es predicar: aquello es conculcar con un furor divino a la revolución y la impiedad, y sacar el pecho valiente– mente en defensa de la Iglesia, del Sumo Pontífice, de las Ordenes Religiosas y de la verdad puramente católica. En medio de aquel bellísimo discurso, re– salta este pensamiento, terrible profecía, hecha so– bre la cuna de la revolución moderna: «Si no contenéis con la fuerza su desmedido fu– ror (de la revolución) seréis sin duda objeto de su (1) Cartas de conciencia, 13 de marzo de 1794. (2) Hoy está convertido este convento en cárcel.

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