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-500- posterior al Soldado Católico, vamos a reunir aquí estos sucesos, para que nuestros lectores puedan formarse idea de los acontecimientos, aun dejando para el final la reseña de los trabajos apostólicos del Siervo de Dios. Sostiene el Beato Diego que la causa de las de– rrotas del ejército español era debida a que Dios es– taba irritado contra nosotros. Son nuestras iniquida– des-dice no inferiores a las de los franceses , las que les dan la victoria. Juntamente con la guerra y sus grandes infortunios, vemos que nos afligen las enfermedades, o epidemias, el hambre y la carestía, originada de la esterilidad de los frutos de la tierra, las muertes violentas, los robos y latrocinios y las mayores atrocidades en los caminos y aun dentro de los poblados, y en fin, que no hay castigo que no padezcamos . Pide el Beato que se aplaque la divina justicia, reformando las costumbres, saneando al ejército, en el cual dominan los errores revoluciona– rios y la li cencia , acabando con el teatro, demoledor de la religión y la autoridad, suprimiendo diversio– nes y bailes inmorales , haciendo penitencia y predi– cando contra los errores y malas doctrinas, para que la revolución no se corra a España , donde tiene ya muchos partidarios. En la segunda parte pide que se hagan rogativas generales por encargo del Rey, pidiendo al Señor la victoria. Aconseja que se hagan l\1isiones en todo el reino, y que se excite al pueblo a la oración, al ayu– no y la penitencia , y quiere que estas rogativas y súplicas se dirijan al Señor por medio de María San– tísima. El estilo de este Memorial es humilde y me– surado, como de súbdito que suplica a su Rey, al que fué entregado por mediación del Sr. Arzobispo de Farsalia, su Confesor, amigo íntimo del Beato. Igno– ramos si el Rey se dignó contestarle, aunque sí