BCCCAP000000000000000000000177

-487- cia y amor propio no me dejan conocer mis mons– truosas miserias. » (1) Tercera Misión en J e r ez.-Repuesto un poco de sus dolencias, empezó la Misión de Jerez de la Frontera. De ella escribe a su Director : «Recibí en Jerez la muy apreciable de usted del 30 del pasado, con el consuelo de asegurarme de su salud y de la buena noticia de estar y.q libre del cura animarum en su Iglesia y dignidad . Gracias a Dios por este be– neficio. Yo sigo sustancialmente bueno, pues no me han repetido los malecillos con la fuerza que en Cór– doba. He podido predicar 14 días de Misión en la plaza, y diez mai1anas en diversas partes o funcio– nes, aunque no sin algún trabajo y cansancio de las entraiias, que conozco no pueden con tanto sin espe– cial asistencia de Dios. Esta la he conocido, no sólo en lo material, de suerte que me aseguraban no se me conocía debilidad &lguna durante la predicación, sino mucho más en lo formal, porque predicando casi siempre con muy poca o ninguna preparación de asuntos, podía hablar largamente de ellos, con algu– na oportunidad y moción. Mi interior seco, amargo y oscuro hasta el acto mismo de empezar, sin saber qué hacerme . Clamaba, me resignaba, me entraba en las santísimas Llagas de Nuestro Señor, para unir con la suya santísima mi voluntad, deseos , intenciones, etc. , y a poco de em– pezar me hallaba algo acalorado para los demás y seco para mí. Del fruto, poco puedo decir. Quedó establecido y empezado el Jubileo Circular, que por algunos disgustos hace años que estaba sin efecto. Los dos Cabildos honraron al ministerio con sus res– pectivos honores. La ciudad acordó no pedir licencia , (1) Cartas de conciencia, 29 de noviembre de 1792.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz