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-469- Sus deudas son grandes, y por eso no se le puede aconsejar que deje el Obispado . Dios nos dé a cono– cer su santísima voluntad. » (1) De Cabra pasó sucesivamente a Lucena , Estepa y Morón, desde donde vuelve a escribir: «Desde que escribí a usted hasta ahora, se ha pasado el tiempo en viajar de Cabra a Lucena, donde hice tres pláti – cas al clero, y salí para Estepa, Osuna y Ecija, de– teniéndome uno o dos días en cada parte, y última– mente en Sevilla, donde he permanecido 15 días, tan ocupado y sin sosiego, que no lo he tenido aún para avisarle a usted. Allí fui a evacuar un encargo del Excmo: Sr. Obispo de Córdoba de buscarle un reli – gioso que fuera su Director y a ver a mi Padre Pro– vincial y tratar de mis destinos en el tiempo de su gobierno. Estos han sido de retirarme ahora a Casa– res a concluir los papeles que están pendientes, y des– pués en el próximo invierno volver a Sevilla a tra– bajar algo , si se pudiere. Aquí estoy de paso, (en Morón) y aprovecho el día para avisarlo a usted y para decirle que el dolorcillo prosiguió lentamente ,en Sevilla, con la convulsión y mareos de cabeza ; pero el día antes de salir de allí tomó algún aumento y mayor desde antier, de modo que se va intensan– do algo . Por esto y por otros cuidados que llevo, abreviaré cuanto pueda el estar aquí y me iré a Ron– ,da, que es paso indispensable para C asares; y allí estaré algunos días hasta mejorarme, y trabajaré el sermón de honras, que ha dos meses lo tengo para– •do. Dios cumpla en mí su santa voluntad. (2) Ya en Ronda, continuó con sus dolencias, y, a pe- (1) Cartas de conciencia , 18 de noviPmbre de 1790. Véase además la nota sobre el Excmo. Sr. Obispo de ·Córdoba. (2) Cartas de conciencia, 20 de diciembre de 1790

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