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CAPÍTULO XXX Excursiones apostólicas Novena de Nues– tra Señora de la Paz - Poemas místicos. 1790-1791 Habiéndose comprometido el Padre Provincial con el Obispo de Córdoba, Ilmo. Sr. D. Antonio Ca– ballero y Góngora, pasó a Cabra, desde donde es– cribió a su Director: «Con el debido aprecio y con– suelo recibí a su tiempo la muy apreciable de usted del 17 del pasado, y he retardado el molestarle con esta, dando lugar a saber algo del fin de mi venida, que hasta ahora lo he ignorado, porque desde que llegué se empeñó su Excelencia el Sr. Obispo y su compañero el Sr. Villodres en que me había de poner en manos de su médico para una cura formal y rigu– rosa. Para ello se consultó a Madrid, y el médico de allá responde disponiendo tales medicinas, que me son enteramente contrarias, según las ya pasadas experiencias. Por lo que hemos convenido en no ha– cer más remedio que tomar de carne y observar el método que los facultativos de Ronda me tienen es– tablecido y usted sabe, pues ahora estoy bueno, a Dios gracias, y siempre de mi Padre para cuanto pueda servirle, para lo que le deseo completa salud. Aunque este Sr. Obispo en sus cartas a mi Padre Provincial y a mí nos aseguraba que no me llamaba