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-462 - Durante el mes de febrero predicó en Casares dos sermones de rogativa, uno pidiendo la lluvia, que se dignó el Señor conceder, y otro en acción de gracias. Ocupado en estas tareas, empezaron a divulgar– se los rumores de la venida de los reyes a Sevilla para cumplir un voto hecho a S. Fernando. Había muerto Carlos III y reinaba Carlos IV . Tanto el rey como la reina conocían mucho al Beato Diego. ¿Qué hacer? Consultó, pues, con su Director y con el Padre Pruvincial, recibiendo la respuesta de que, si los re– yes preguntaban por él, debía ponerse inmediata– mente en camino. Mas no era esto únicamente lo que le preocupa– ba. No sabía si hablar o callar sobre los asuntos del día, y así escribe a su Director: «He venido aquí, (Ronda) llamado de una señora Vizcondesa, nuestra Síndica, para cuidado suyo. Con este motivo y saber que mi R. P. Provincial no va a Casares, luego que supe venía a Ubrique de visita, le escribí para que nos viésemos, si gustaba; en efecto fuí allá, que dis– ta cinco leguas de aquí y le hablé sobre tri predica– ción, si gustaba predicase algún tal cual sermón suelto, y se negó a ello, concediéndome sólo uno, que con empeño le pedí para una Misa nueva, y otros dos de promesa de un caballero principal, su conocido, que se ignora si serán este año o el que viene, con Jo que me quedé casi como me estaba . Sobre la ve– nida de los reyes a Sevilla el próximo mayo (que es Montemayor, llamado el Guerrero - Escribíala el Pádre Fr. Dieg,) José de Cádiz, Misionero Apostólico del Orden de Menores Capuchinos de N. S. P. S. Franr.is– co de la Provin!.ia de Andalucía. En Sevilla -En la oficina de los Sres. Hijos de Hidalgo y González de la Bonilla - Año de 1795.

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