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-461 - indiferencia, se confiesan de oculto ana vez al año, y piensan que nunca han de morir. Me he encargado de este gravísimo negocio con la aprobación de mi Padre Provincial, y en él estoy ya empleado, traba– jando para reducirlo a que se prepare y ayudarle a ello. Encargue usted a mi hermana pida a Dios por esta necesidad y la del otro hermano eclesiástico de la misma familia. « (1) ¡Qué malos son los intereses y cómo ponen en peligro a las almas! Todo un Beato Diego tuvo que enfadarse para conseguir que este enfermo hiciera el testamento que en conciencia debía hacer. Regresó por febrero a Casares, y allí, por orden de su Director, escribió la vida del V. H. º Juan de Dios de San Antonino, marqués de Santaella y Vi• llaverde. Esta hermosa vida bastaría para acreditar de insigne biógrafo al Beato Diego , si ya no nos tu– viera dadas muestras de ello en otras producciones anteriores. La soltura, la unción, el interés con que está escrita revelan al escritor ya formado y en ple– na madurez, ceñido al asunto, experto y hábil en la narración y profundo místico en el estudio de las vir– tudes y dones sobrenaturales del biografiado. (2) (1) Cartas de conciencia, 22 de dici embre de 1789 (2) El Ermitaño Perfecto-Vida ejempléir y singu– lares virtudes del Venerable Siervo de Di os el herma· no Juan de Dios de San Antonino, hermann mayor en el Yermo de la ciudad de Córdoba, de la Congregación de S. Pab lo primer Ermitaño, sito en el Cerro de Ma– rín Santísima Ntra. Sra. de Belén, que fué en el siglo O. Juan de Dios Aguayo y Manrique, Calvo. Muñoz de Godoy, Fernández de Córdoba, Ponce de León, Adalid, Benavides, Heredia, Larios y Hoces, Marqués de San– ta ella, Sr. de la Villa de Villaverde y los Galapagares y Patrón d" la Capilla y Capellanías de la Santísima Trinidad en la Santa Iglesia Catedral y de las que en la Capilla de S. Pedro de la misma fund ó Alonso de 32

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