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--157 - Volvió a Casares el 28 de enero, donde continuó– reponiéndose de sus achaques, y por abril regresó a Ronda a evacuar varios asuntos, siguiendo después. a Ubrique, para tener una entrevista con el P. Vica– rio Provincial. «Yo viene aquí-escribe a su Direc– tor-a ver al R. P. Vicario Provincial y evacuar un. empeño que le había hecho, y aunque mi ánimo fué de seguir inmediatamente a Casares, no me lo ha permitido por excusarme este viaje, y por esto he permanecido todo este tiempo en este convento y permaneceré hasta que me vuelva a Ronda a conti– nuar la comenzada curación, que creo dije a usted en mi anterior. Aquí me han acometido fuertes dolo– res de vientre con despeños de humor, singularmen– te desde el día de la Ascensión, que ocasionaron al-– guna fatiga. En los demás malecillos sigo mejora– do, a Dios gracias, aunque el comer y el dormir es. con alguna escasez y desgano. ¡Dios cumpla en mi. su santísima voluntad. Digo todo esto por obedecer a usted, que, de lo contrario, no haría caso de estas bagatelas. » (1) El verano, como era su costumbre, lo pasó en, Ronda , tomando los baños y atendiendo a su cura– ción. El tiempo libre lo empleó en escribir varias. obras que tenía empezadas y en evacuar consultas. Entre estas, ocupa lugar preeminente la de Valcárcel. Desengaños filosóficos de Valcárcel- El re– nombrado autor de los «Desengaños Filosóficos » D. Vicente Valcárcel, deán de Plasencia, es uno de los mejores apologistas españoles del siglo XVIII. Con Forner, Cevallos, Castro y más tarde Alva– rado, forma el grupo de afamados escritores, cam– peones de la reacción católica contra el filosofis– mo y la revolución. Como todos los hombres gran- (1) Cartas de conciencia, 24 de mayo de 1789 .

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