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C APÍTULO XXIX Tribul aciones del Beato Diego.- Oración fú– nebre del Infa nte D . Gabriel. - «Los Desengaños filosóficos» de Valcárcel. - Escribe la Vida del H.º Juan de Dios.-Entrevista con el Sr. Arzobi s– po de Sevilla. 1788-1789 En el tranquilo retiro de Casares no le faltaron al Beato Diego tribulaciones. D.ª Ant onia Herrera , en cuya casa se hospedaba el Beato durante su es– t ancia en Ronda, enferma, a causa de la debi lidad físi – ca e histerismo , cayó en una profundbima triste:1.a, que alarmó al Siervo de Dios. «Molesto a usted con esta-escribe al P. Alcober-- para evidenciarle toda la confianza de hijo en el amo r , satisfacción y llaneza que puedo usar con mi Padre único y verdadero, en descubrirle mi gran miseria y pedirle su socorro. Después que escribí a usted, he tenido carta de mi enferma, la de Ronda , la del voto de virginidad, para que usted la conozca, aquella buena hija de quien varias veces he hablado con usted , y me dice que en estos días se halla tan dominada de la pasión de áni – mo, provenida de los disgustos que le dan en su ca– sa, del continuo trabajo que en ella ti ene, que sien– do antes est e el alivio de sus congojas, ya le es vio– lentísimo, causado también de haberse agravado algo