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-18- vertía en el papel sus más delicados sentimientos y exquisitas ternuras. Disculpúbale en cierto modo su edad, propensa a ilusiones, y animábanle los aplau– sos de sus compañeros , a quienes daba a leer sus poe– sías. Sus composiciones enrn en alabanza de la Vir– gen Santísima y de los santos, sin pisar nunca los l_inderos de In poesía profana, pues no hemos logra– do dar ni con vestigios de una poesía suya que no sea religiosa . Más tarde lo hemos de presentar,. en capítulo aparte, como poeta ascético y místico; pero ahora nos limitaremos a consignar que él no se perdonó nunca el haber malgastado el tiempo en va– nidades. Hizo por ello grandísima penitencia; reco– gió y quemó cuantas poesías logró recobrar, y de los r escoldos de su obra poétirn, sólo se salvaron al – gunas composiciones y un resto de afición, para pro– barnos que no fué del todo perdido el t iempo que de– dicó a la poesía. El afío 1761, siendo Provincial el M.. R. P. Evan– gelista de Sevilla, se celebraron oposiciones a cáte– dras y se constituyeron los Colegios. El curso a que pertenecía el Beato se fo rmó en Ecija, a donde fué trasladado éste desde Jerez ele l a Frontera. El curso de Fil osofía quedó fo rmado en la siguiente forma: L EC T O !? ;\\. R. P. francisco José ele Cádiz. J\\AESTRO R. P. Agustín de Jerez. E S T l ' O l A N T E S Fr . Francisco de la Rioja. Fr. Carlos de Cádiz. Fr. Diego José de Cúcliz. Fr. Miguel de Trevélez. Fr. Arcadio de Osuna . Fr. Buenanntura ele Arclales.