BCCCAP000000000000000000000177

-41G- «Aquí-dice-se han pasado bellas Carnestolendas, porque el sábado 17 empezó el P. Cádiz su Misión, y con solas cuatro palabras que dijo después del ser– món, relativas a los días de Carnestolendas, muy po– líticas y atentas, se suspendió toda función pública y privada, de modo que sólo hubo un baile el do– mingo en casa de Escri vá , y no lo suspendió porque ya tenía el convite, pero no quiso ir el General ni su sefiora, aunque había concurrido a los anteriores. Asistieron pocas personas y estas sin gana, que fue– ron por política, a causa de ser las más &!legadas a la casa. Muchos no quisieron ni ba ilar , y duró el baile muy corto espacio de ti empo . En las calles no se ob– servó movimiento alguno de echar agua, ni estar en los balcones ni ventanas, de modo que parecían días de aflicción y penitencia. Toda la gente no habl aba de otro asunto que de los sermones. No hubo pa– seos por la tarde, y no se veía ni se ve otra ansia que la de acudir temprano para lograr puesto en la Catedral para oir el sermón . Ha predicado ya 8 por la tarde , y por la maiiana predica dos o tres en con– ventos de monjas, sin que a estos asista ni aun su compafiero. Hay gentes que van a t omar lugar a las nueve de la mafiana. El común del pueblo se ve pre– cisado a ir temprano, porque dos o tres horas antes del sermón ya no caben en la Iglesia . Los eclesiás ti – cos, caballeros y sefioras se ven precisados de ir a las doce o a la una, y hay una conmoción tal en el pueblo, que, a no observarlo por mí mismo, cierta– mente no lo creyera. Todas las gentes literatas le aplauden y están ansiosas de oirle. Los predicado– res más célebres (que los hay y muy buenos en esta ciudad) no sólo no tienen séquito , sí que ellos mis– mos corren ansiosos a oirle, y nunca se cansan, y, si yo tengo voto, tienen razón, porque yo sólo le

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz