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-349- Segunda Misión en Sevilla.-Terminada la Mi– sión de Jerez, salió para dar la segunda Misión en Sevilla. «El doce del corriente (febrero)-escribe desde alli-fué Dios servido que llegase a esta, sin notable cansancio; el catorce por la mañana prediqué en la Santa Iglesia Catedral, y a la tarde salí para un lugar dos leguas de aquí (Alcalá) a ver a una reli · giosa de dirección de mi Padre Maestro González, que en paz descanse; estuve allí la mañana de ayer, y a la tarde me volví para empezar la santa Misión, que creo principia rá en t.oda esta semana, aunque ignoro aún su distribución. » (1) Seguramente para esta Misión le había escrito su Director que predicara fuertemente, y el Beato le contesta: «Esta Misión es tan du ra, que me pa– rece se llenan los deseos de usted. La ardentía con que predico jamás la he tenido . Los asun tos son fortísimos, y hasta la voz dicen que es otra. He pu– blicado que tenemos cerca un gran castigo, (:2) y es– to ha ocasionado algunas conversaciones en las ter– tulias, de las que algunas ha presenciado el señor Bejarano, y sé que me ha hecho la caridad de ·expli– car y aclarar mis proposiciones. Yo las fundo en lo que nos tiene prevenido nues– tro Santísimo Padre Pío VI, que ya estamos en el fnstabunt tempora periculosa, y en las Santas Es– crituras ,que nos aseguran de los castigos, cuando lle– gan las culpas al término que las vemos. Estoy pre– dicando en el púlpito en que predicaron S. Vicente Ferrer, S. Francisco de Borja, el V. Padre Maestro Juan de Avil1:1 (3) y otros tales, y me han dado fuer- (1) Cartas de conciencia, 16 de febrero de 1785. (2) El cólera que asoló a Andalucía el □ iiu siguiefl– te de 1786. (3) Hoy Beato. Fué beatificado con el Ben to Di ego