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-342- baiios y atendiendo a su restablecimiento. Duran– te este tiempo, su nuevo Director le hizo escribir una nueva rel ación de su vida, que, junta con la que le obligó a hacer antes el Padre González, son las dos mejores fuentes autobiográficas que po– seemos. Terminada la temporada en Ronda, se volvió en septiembre a Málaga, donde hizo ejercicios y confe– sión general. Predicó la novena del nuevo Beato, hoy S. Lorenzo de Brindis, en la fiesta de N. P. S. Fran– cisco, en una función a San Antonio, y se preparó para reanudar por Sanlúcar sus misiones. Misión en Sanlúcar de Barrameda.- «EI día 30 del pasado-escribe ya desde Sanlúcar-fué Dios servido que llegase a esta, habiendo salido de Má– laga el 21, dejando ya profesa a la M. Inés Te– rán con singular consuelo de mi espíritu, aunque compadecido de lo que le espera o tiene que pade– cer en el resto de su vida en toda especie de adver– sidad . Así se lo expuse en el sermón, moralizándole no sé cómo los tres votos, y entendiendo en la obe– diencia la que debe tener a la voluntad de Dios en las persecuciones y desprecios que sufrirá de las criaturas; en la pobreza, lo que hallará en carecer de de toda consolación en los divinos desamparos; y en la castidad, la limpieza de su alma entre las tenta– taciones y malos tratamientos del común enemigo, bien que endulzado todo esto: la dicha obediencia con el don de la oración y victoria de los enemigos invisibles; la pobreza con la gracia de contemplación, y la castidad con la unión con Dios aun en esta vida y seguridad de su salvación. Este sermón, predica– do sin prevención (duró dos horas cumplidas) fué to– do una prolija profecía de cuanto ha de sucederle, propuesto en conjunto . Yo me hallaba movido viva-