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- 316- muchas castas de escamas, y algunas muy pegadas, y parece no estorban . Sí, por cierto, que no nos dejan los poros de nu estras almas libres para respi – rar a Dios. Si a mí no gusta usted de avisarme, a 1r i Padre sí lo haga usted, que sabiendo su merced la escama que me oprime no le faltará instrumento con que arran– carla, y le agradeceré yo este beneficio. No tengo de mi parte reparo sepa mi Padre todo lo escrito; sí me alegraré porque me confiera todo lo que habré errado. Esto, usted hgga lo que guste, y me repren– da por lo que le he molestado. Y si algo ha agravia– do mi pluma, crea usted no ha sido con mi corazón ni voluntad, pues con estas partes sólo desea todo alivio H usted, cuya vida quedo rogando a Di us dila– te muchos años en su santo amor. B. L. .M. de usted su más afecta sobrina, .MARÍA GETRUDIS DEL CORAZÓN DE JESÚS. Tío, cuidado que el perdón venga por escrito, si se ha agraviado usted, que no puedo decir todo lo que siento . A la oración, tío, y, en viéndolo, a rogar sin miedo, que más vale rogar nos admitan, que bus– car quien lo dirija. (1) El Beato Di ego le contestó con la siguiente: Ronda 25 de mayo de 1784. Amadísima sobring y hermana mía en el Señor: Este sea siempre con nosotros para que en todo le agrademos. A su debido tiempo recibí la muy apreciable de usted, de la que le doy encarecidas gracias, así por el trabajo que se tomó por mí, como por la luz que (1) Esta carta, no publicada hasta hoy, se halla en el Convento de la Purísima Concepción de Granada.