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-G - Leonarda. Más tarde contrajo su padre nuevas nup– cias con D .ª Rosa G=1rcía , de la cuai tuvo dos hijos, que andando el tiempo se llamaron Fr. José y Fr. I'v\anuel Caamaiio, y fueron religiosos de la Orden Regular de Terceros de N . P. S. Francisco , en el Convento de ¡ :tra . Sra. de Cafios Santos, de C=1- 1lete la Real. Primeras le tras -Entonces, a la muerte de su madre y a cargo de una madrastra, empezó para el tierno niiio una larga serie de ~u frimientos. Termi – nadas las primeras letras en Ubrique y en el cercano pueblecito de El Bosque, fué enviado a estudiar latín a Graza lema con el presbítero D. Felix de 1-la– ro, que lo trató muy bien , aunque «con muy escaso aprovechamiento por mi rudeza e inaplicación», segtín escribe él mismo ( 1). Después fué envi ado a estudiar Humani dades, Lógica y M etafísica al Colegio de los PP. Domi nicos de Ronda. La ti erna edad del dis– cípulo, la aridez de la Filosofía pcira el entendimiento de un ni1io de doce a1los, las burl as de sus condiscí– pulos que le llamaban el Burro mudo, su defecto na– tivo al hablar, (2) las duras reprensiones del profe– sor y tal vez la falta de método en éste, hicieron que se acobardase nuestro joven y tuviera que volver a la casa de sus padres, repudi ado por incapaz e inúti! para el estudio, con lo que, a las asperezas de su profesor , se juntaron las de su madrastra, cayendo en una es– pecie de insensibilidad, que anublaba sus bellísimas prendas intelectuales y moral es . Vocació n a la Orde n Capuchina-Dejemos ahora que él mismo nos cuente su vocación. «En mis primeros afios-dice- me dió el Seiior un co razón (l) E l D irector Perfecto. Carta al P. Gónzalez. 1G de julio de 1779. (2) Pronunciaba , haciendo t de la d; y además, en, una caic.lR , se lesionó la nariz, cuando niño.