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-292- ha pedido una Excma. Señora de la corte, a quien debo obligaciones (no es la Seilora Medinaceli) que lo escriba para remitírselo, y estoy en ese ánimo, y antes, que usted lo vea, si puede ser. )} (1) «El fru!o de la Misión parece fué copioso: fueron algunas familias de Madrid, y entre ellas la señora que dije a usted en mi anterior , que hizo su confesión ge– neral conmigo,ydió principio a nueva vida. Sus asun– tos son largos de referir, y así gradúo esta conversi ón por una de las particulares en mis tareas. No sé si sucedió alguna cosa especial digna de atención. El Claustro pensó darme los grados; pero por varios motivos entre las cabezas no se efectuó el hacerles una plática reservada, que era lo que para aquell o solicitaban. )} (2) Juicio de la Misión de Madrid. - EI resultado de la Misión en Madrid y Alcalá, como se ha visto , fué grande y lleno de triunfos; pero no correspon– dió a las esperanzas del Beato Diego ni" de su Direc– tor , ni menos al llamamiento divino, dirigido a la corte. Abrióse desde aquel día hondísima sima entre la España oficial y la España creyente: sima espan– tosa, donde ha perecido toda nuestra grandeza y que no ha logrado llenar siglo y medio de expiaciones. (1) Ejemplar de arrepentidos y perfectos.-Sermón panegírico, teológico, histórico, moral que en la so– lemne fiesta, que con asistencia de las RR . Comunida– des Religiosas, celebra anualmente la de los RR. PP. Capuchinos de la ciudad de Alcala de Henares, en honor de su gloriosa titular Santa María Egipciaca, predicó el P . F'r. Diego José de Cádiz, Misionero Apostólico del mismo Sagrado Orden e hijo de la santa Provincia de Andalucía .-Con las licencias necesarias.-En Ma– drid: Por D. Miguel Escribano.-Afio de 1786. (2) El Director Perfecto. Carta del 20 de junio de 1783.

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