BCCCAP000000000000000000000177

-266- /rafes et domésticos in abscondito; mas 110 me ha dicho por qué tiempo ni por donde. Este fué el moti– vo más poderoso que propuse al Ilmo . Padre Confe– sor del Rey para que me dejase volver por acá, y el que manifiesto a usted con el mayor secreto, como que de todo debo darle aviso para que me instruya y me diga cual es la voluntad de Dios en cuanto me envía o dispone, lo que siempre encuentro en las doc– trinas que usted en su nombre me da. Por el camino no ha ocurrido cosa notable más que la ruidos:1 conmoción de los pueblos, cuyo furor me fatiga con tanto extremo, que tiemblo de ver– los, por la fuerza con que embisten, se lastiman y me lastiman, de modo que, a no poner Dios su mano, sucederían mil desgracias. El mayo : cuidado que me traje fué el de la Prin– cesa Nuestra Señora, la que se quedó como se estaba, sin la resolución que necesita y tan de veras le pedí a Nuestro Señor. Yo la amo cada día más, de .modo que el corazón se me va por su Alteza. Ale pongo delante de Dios, y le digo que me la ha de dar, porque es mi hija de mi corazón y como mi propia alma. Esta grandísima fuerza de cariño interior que advierto, me hace pensar o esperar que el Señor me ha de dar esta alma, pues ya sabe usted que cuando así amo alguna criatura, es lo común comunicársele Dios y traerla a mejor vida. Ayúdeme usted, Pa– dre de mi alma, a pedir este favor y cárgueme usted para su logro de cuanto quiera o Dios le inspire. No hay remedio, mi Princesa la quiero yo, y ha de ser mía, pues para Dios, no para mí, la pretendo. » (1) (1 ) El Director Perfecto. Carta del 18 de junio de 1782. Doña María L11isá de Parma, Princesa de Ast11- rias por aquel tiempo, y reina de España con Carlos IV

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz