BCCCAP000000000000000000000177

- 239 - principiarla por Almadén, que son las minas de azo– gue; pero aliviándose el P. Eusebio se mudó desiste– ma, y con an..tencia del Sr. Arzobispo nos detenemos en estas Andalucías hasta entrado febrero, por lo que res.:.-lvimos venir aquí, donde nos había llamado la ciudad y el Sr. Obispo. » Misión en Ubeda. -«Aquí dí principio el día 24 del que acaba, y voy siguiendo una predicación dul– ce, fácil y eficaz, especialmente en los actos de con– tric ión, aunque no falta algún interior desconsuelo y sequedad. La paz interior sigue, o no sé si disfraza– da con este velo la insensibilidad de mi corazón. Es– te se halla bastante di si pado e indevoto en los ejer– cicios reservados, de modo que, aunque no falte del todo a la oración, es mucho menos de la que desen y necesito. Veo la mucha falta que me hace; que es– toy llamado a ella, y que en ella consiste mi bien; mas o porque el tiempo no alcanza, o porque no ha– llo el modo de evacuar lo mucho que el Señor envía, apenas hay día en que pueda tener un rato de h, se– gunda hora. Su Majestad me mire con misericordia. De mortificaciones corporales hago muy poc.:1s; ayunos, los de precepto; cilicios, tres para mien– tras estoy predicando; disciplina, el día que hay pro– porción, que son bien raros; dormir sobre las tablas, cuando se puede sin reparo; excuso comer dulce, y toda vianda preciosa y delicada, contento con usar o tomar un plato y algún postre, esrec ialmente en ocasión de convite en la casa de los síndicos o de alguna abundancia que pongan en la mesa; duermo por lo común cinco horas, sin el rato de la siesta, que en tiempos de misiones suele ser de media hora con corta diferencia. ¡Ay, Pad re mío! ¡Qué frialdad de espíritu después de tantas culpas y en medio de una infinidad de miserias! De la mortificación inte– rior parece estoy olvidado, según lo nada que me

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz