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-221 - usted su posesión, al salir de esta, desde ahora que– da sobre mi la satisfacción de ello, para que ni por un breve instante carezca su alma de usted de la vista del Sumo Bien . Así lo firmo a los pies de mi Seiior Crucificado . » (1) Dos afirmaciones contiene esta carta, igualmen– te admirables: una la de encargarse el Beato Diego de pagar el Purgatorio del P. González, acto heroi– co de un hijo santo, otra la promesa de que lo di ri– giera desde el cielo. En cuanto a la primera, el Bea– to supo la gloria de su Director, y e11 cuanto a la segunda, también lo consiguió, y en los trances di – fíciles y persecuciones que sobrevinie rn n después, 110 le faltó la luz y · asistencia de su celesti al 11rnes– tr.:, como lo probaremos más adelante. Convers ión de un r elig ios o. - Mi o.:11tras, conti - 11uaba la .Misión , en la que Dios le dep:1raba un:1 conversió11 importantísima. «Repito a usted esta, no para que me responda. si para notificarl e ele un sin– gularísimo beneficio que el Señor me ha hecho en el fruto de esta tarea, que me persuado sería todo el fin de mi venida a este pueblo. En él y en todos es– tos Puertos andaba un religioso calzado. valenciano, de un talento singularisimo y vasta erudición e inge– nio travieso y perspicaz. Mal contento con las cosas de su Religión, casi estaba separado de ella con el destino de capellán de marina; pero sin las fornrnli – dades convenientes. Por algunos disgustos con sus Prelados y algo con un A rzobispo, vacil aba su espíritu en el rumbo que seguiría para vivir a su libertad; y parte de est<), (1) El Director Perfecto. Carta del 23 de marzo de 1781. 17

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