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-217- mo público misionero y a prepararte de ciudad en: ciudad para la corte de todas, para que en ella te presentes a los Soberanos y les anuncies el nombre del Señor , que yo te engendrase y comunicase el es– forzado espíritu que se ha dignado dar a mis expre · siones, siendo mías, y que tan eficaces te son. No• dudes eres mi José, pues la firmeza con que te hablo, y la resolución con que te aseguro, las doctrinas que te enseño, la certeza con que te las inspiro y los efec– tos que en tí causall" mis palabras dichas y escri tas,, ni tú ni yo podemos dudar cuanto es sobre lo regular de toda dirección. Reconozcámoslo así, y sírvanos a· ambos de seguridad, de confusión y nueva confianza en nuestro trato. Te bendigo y doy li cencia para que hagas lo que haces de penitencia; pero sin más añadir ni dejar de mitigar cuando la prudencia lo dicte. Te bendigo y mando que con santo enojo hagas la causa del Señor, esforzándote y combatiendo al mundo con sus pom– pas. Te bendigo e inspiro que, dejado a quien por ti. predica, pienses sólo en pensar, que no te toca el fruto, sea el que sea, sino el predicar. Deja al que sirves ese cuidado, y cuida tú no estorbarlo con tu. poca fe. Te bendigo y prevengo que ensanches ese· corazón, que lo reanimes a los ojos del Crucificado, que nada, nada te turbe, y así como lo conoces, de– bes obrar; obra lleno de santa confianza en el que te conforta. ¿Irás a Toledo? Irás y más allá. Si vivo, entonces te instruiré. Ahora sólo harás el: Ecce ego mitte me: · Paratum cor meum etc. » (1) Visión de la zarza de Oreb .-El efecto de esta · maravillosa carta acabó de tranquilizar el amilanado , (2) El Director Perfecto. Carta del 20 de marzo– de 1781.

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