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-202 - común de salir los pueblos de la inmediación en tanto número y con tal fuerza, que no bastaba la escolta de soldados que nos acompañaba y seis caballos para precavernos. Ln dicha villa estuvimos tres días y medio, y en ella prediqué las tres tardes del Espíritu Santo en la plaza, las mañanas a las religiosas y al Ayuntamiento, y al Clero una noche, todo con nota– ble fruto a Dios gracias. )) Milagro de la multiplicación del trigo. - «Aquí sucedió una cosa particular y rara, y que después me dijeron iban a archivarla en la villa; y fué que, siendo el consumo de trigo en aquel vecindario de 90 o más fanegas cada día, en los que all í estuvimos sólo ascendieron a unas 5J en todo el tiempo, pues un día se gastaron 7, otro 33 y otro 13, no obstante la infinidad de gentes de otros pueblos, que aun de ocho y de nueve leguas concurrieron a la Misión. Esto causó mucha admiración en todos, y no sé si para lo sucesivo sacará el Señor de esto algún fruto grande . Digo esto, porque sabiéndolo en Andújar y Baeza, donde omitimos la Nlisión, porque nos avisaron de su falta de granos para dar pan a los muchos foraste– ros que se juntan, lo habrán sentido, y tal vez res1il– tará que en la primera me concedan lo que les pedí en una carta, que fué concluyesen un rPñidísimo plei– to que hay entre algunos capitulares y que acordasen no admitir allí jamás las comedias. Dios haga en todo su santísima voluntad. En Martos nos prometió la dicha villa hacer el mismo acuerdo. )> Misión en Baena.-«De allí pasamos a Baena con igual rnoción de los pueblos por el camino. Allí estu– vimos otros tres días, y el último de la Santísima Trinidad, prediqué por la mañana en la función de este misterio y a la tarde exhorté a su culto nueva– mente, pidiendo se pusiese un lienzo en público para estímulo de su devoción, y así fué que un caballero

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