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-184- Dios sea alabado por todo. Para mí estoy insulso y no sé cómo, bien que es el corazón quien habla y de– sea decir por sí aquellas expresiones de dolor , pro– pósito etc. Usted entiende lo que debo decir , aunque yo no sé explicarme. Hoy se han empezado los ejer– cici os de ocho días al Cl ero y se hacen por la mañana en la Iglesia del Castillo.» (1). Ocurrieron en esta Misión dos casos , que de– muestran la humildad y buen humor del Beato. Esta– ba comiendo con varios señores eclesiásticos, y co– mo tuvi ese que ir a un asunto urgentísimo a S. Fer– nando, se salió a la mitad de la comida . Sintiéronlo y extrañáronlo todos mucho, y él, como viera esta extrañeza, les dijo: - «No hay que extrañarlo, porque cuando t omó el bocado se fué Judas . )> Supo también que un oficial , no contento con des– prestigiarlo y burlarse de él , había compuesto unas décimas indecorosas y burlescas en contra suya. La– mentábase en secreto el Beato del escándalo, y, aun– que muchos le instaban que se quejara al Capitán General , no pudieron consegui rl o. Dios permitió que le sucedi era un lance bastante comprometido, y, t emiendo el arresto, tuvo que buscar al Beato y suplicarle que intercediera por él con O'Relly. El Bea to le oyó con gran amabilidad, y se vengó, como se vengan los santos, pagando una ingratitud con un beneficio, y diciéndole: -«Aunque comunmente me niego a interceder con los superiores y jueces , porque esto de empeños lo miro aj~no de mi ministerio, concurren en usted circunstancias que me obligan a separarme de mi propósito. Hablaré a S. E. esta mañana, y tendré particular gusto en que atienda mi recomendación .)> (1 ) El Director Perfecto. Carta del 21 de enero de 1780.