BCCCAP000000000000000000000177

-173- muera a sí sin acción vital ni moral, que no sea toda ordenada a la gloria del Evangelio y espíritu del cristianismo para que se salven los prójimos; enton– ces , cooperando a la redención de jesucristo, gusta– rás las dulcísimas amarguras de su Pasión y las glo– riosas complacencias de haber contribuido con ellas a la extirpación de los modernos erro res que van domi – nando en el reino. » (1 ). Misión de Jerez. -A últimos de octubre volvió el Beato ajerez para predicar una Misión. Al salir de Málaga lo vieron todo envuelto en una claridad deslumbradora, (2) y en el camino de Ubrique a Jerez debió tener por este tiempo la visión de las tres don– cellas, que describiremos al habla r de sus tres votos . Oigamos ahora al Siervo de Dios narrar su Misión de J erez : «Antier , 27, a las tres de la tarde, ll egué a esta ciudad, sin especial quebranto ¡bendito Dios! no obstante que todo el camino lo he hecho a pie. El día antes de salir de Málaga me sentía tan ruin y falto de fuerza s, que casi me parecía imposible el dar un paso, pues la debilidad que dijo a usted la seño– ra Casa Estrada era cierta, y era aún menos de la que ahora advertía; mas, luego que empecé mi viaje, me hallé tan otro, que sin notable fatiga lo he concluido del modo dicho, y aun el último ayunando sin moles– tia por ser vigili a , bien que al día siguiente conocí alguna debilidad . En el camino he gastado 17 días, porque en Ronda me detuve 8 para predicar dos días unas funciones del Sr. Conde de S. Rafael. En ellas concurrí varios días con el P. Fernúndez, pero no hablamos, porque no nos dieron lugar a ello. Des– pués en Cortes prediqué otros dos sermones, y uno (]) El Director Perfecto. Carta del 22 de septiem– bre de 1779. (2) El Director Perfecto. Carta del 9 ele noviE:m– bre de 1779. 1 ~

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz