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- 16S - Sermón de S. Miguel en Jerez. -En agosto de •este año hizo un viaje a Jerez . Los marqueses de Villapanés, no teniendo sucesión, se encomendaron al Beato. Este les prometió que tend rían descendencia, y ellos a su vez lo comprometieron para que, en caso de tenerla, bautizara al niño. Delicado como estaba, iuvo que ponerse en camino, y en Jerez esperó que diera a luz la Marquesa para baut iza r al infante y pre– dicar en la función de acción de gracias. La excursión a Jerez ·fué ordenación de Dios, porque, habiéndose declarado en la Universidad de S evilla una persecnción contra los Regulares, envol– vieron en un pleito al V. P. González, y quisieron depojarle de su cátedra. E l sabio Directo r utilizó la amistad del Beato Di ego con el Marqués de Villapa– nés, gentil hombre del Rey, para no ser atropellado, ·a pesar de lo cual siguió la causa, con diversos inci– dentes, que probaron la paciencia del insigne Di– rector. Esta tribulación de l V . P . González nos viene a demostrar cómo estaban las Universidades en manos de los regalist11s, y cómo se empezaba ya a t ratar a los religiosos. A pesar de las rec0mendaciones del Beato, el P. González siguió dando su cütedra, pero privado de la renta, que pudo cobrar al cabo de largo tiempo. Como la ma rqu esa tardaba en dar a luz, descan– só el Beato unos días , y pasó a Cádiz llamado por los Padres de dicho convento, para resolver graves :asuntos. A la vuelta, se ma reó, al venir embarcado desde Cádiz al Puerto de Santa María . De los mar– queses de Villapanés, hace nuestro Beato el siguien– i e elogio: «Pido a usted, Padre de mi alma, que en sus oraciones ruegue por esta nueva comadre, que es acreedora a ello, pues en todo es el ejemplar de Jerez, con solos 27 años de edad. He t eni do consue-

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