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XVII En vista de ello el P. Serafín de Ardales escri– bió una especie de compendio de la del P. Luis Anto– nio de Sevilla, que publicó en 1811 . Es otro de los biógrafos principales del Beato Diego, aunque con– tiene muy pocas variantes del anterior. Con motivo de las fiestas de beatificación, el– Emmo . Cardenal Vives, antes de ser elevado a la dignidad cardenalicia, escribió la suya, que tituló Vi-· da documentada del Beato Diego Jos é de Cádiz,. editada en 188-L Es la vida mejor y más completa que se ha escrito hasta el día. En el mismo prólogo ad– vierte que no se ha propuesto escribir una vida com– pleta y acabada del Beato Diego, y termina diciendo: « ¡Haga el Señor que una bien cortada pluma sepa dar ser y lustre a nuestra humilde publicación, formando una vida completa, históricamente rica en noticias y literariamente acabada!» Hubiera sido una solución editar esta vida, firmada por un Príncipe de la Igle– sia; mas la documentación moderna, aparedda des– pués, como, por ejemplo, las cartas del P. González, da una visión distinta del mismo; y habiéndose limi– tado el Cardenal a reunir un acervo de documentos,. frecuentemente sacados del P. Luis Antonio, al ree– ditarla, aún ilustrándola con notas, no se haría el es– tudio de la documentación del Beato Diego, ni de los acontecimientos de su tiempo y de la parte que a nuestro heroe corresponde, ni se llenaría la nece– sidad de una vida , tal como la reclaman las exigen– cias de nuestros tiempos. Otra vida muy bien escrita en italiano para ser presentada a Su Santidad en el acto de la beatifica– ción, es la del Rvdmo . P. Pablo de laPieve, Predicador Apóstolico y más tarde Obispo de Pésaro . Elocuen– te, sobria, bonita, es una verdadera preciosidad, y no tiene más defecto que el de resultar incompleta, así como la vida de vulgarización, o compendio que es-·

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