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-148 - le notificaba lo mismo que dijeron allá de los grados. Ahora añado la relaci ón del suceso. El motivo que ha tenido esta Imperial Uni versidad para lo intenta– do y hecho ha sido principalmente oirme rebatir los errores de este en pretensión ilustrado siglo . Esto les llenó tanto, que los más distinguidos del Cl austro en virtud y letras se expresaban con ademanes de admiración y asombro . T rataron de esto en un a jun– ta que para ello hicieron, y todos & una convin ieron en lo sucedido, t a nto que las demás facultades o gra – duados en ellas de abogados, juristas y médicos, instaba n porque se me diese con los demás su grado. Llegó el día señalado para conferirlos, que fu é e l 4, víspera del sermón, y , junta la Universidad en su general o sa la, ent ré yo, y sentado en sitio distin– guido, dijo el Sr . Canciller una oración en castellano bien elegante, reproduciendo en ella lo acordado antes por t odos, y el fin a que se dirigía aquella Uni– versidad, en su fundación, leyes y establecimiento. Iban a darme las insignias, y, pedida licencia , hice en latín, sacándola de las Sagradas Escrituras, una pe– roración (que enviaré a usted cuando la saque en limp io), (1) y, concl uida, seguí en castel lano otra en que , con fuertes y eficaces razon es, satisfacía a los del Claustro, insistiendo con vehemencia que la pa– labra de D ios , anunciada por trí, no debía llevar otra (!) Razonamiento que hizo en latír. el R. P. Fr. Die– go J osé de Cádiz, Misionero Capuchi no, en la escla– recida e imperial Universidad Granadina, con ocasión de habérsele conferido en ella los grados de Maestro en Artes y Doctor en Teología y Derecho Canónico.– Tradu cido a l castellano por el Dr . D. Pedro Manuel Prieto, Catedrático del Ilmo. Cano de la Real Universi– dad de Sevilla-Con licencia.-En Sevi'la, en la Impren– ta de O.Manuel Nicolás V2zquez y Compaiiía, en la ca lle Génova, afio MDCCLXXXIV.-Véa se la segunda edi– ción, en latín y en castellano. Tomo V. de sus obras .