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-147- eligieron para el sermón, a que hube de rendirme, porque me parece no pude otra cosa. De aqu í han pa– sado a querer graduarme, y no obstante la resistencia que hice, por claustro pleno y por voto de todos, fui nombrado, y vino la diputación, con toda solemnidad , a noticiarme lo acordado. Ya este R. P. Guardián me había mandado que admitiese, y así lo hice, prutestan– do mi suma ignorancia, etc. Los señores escribieron a mi P. Provincial, y hoy se espera su respuesta .El día señalado para conferirme el grado y hacer el jura– mento es el 4, víspera de la función. El grado es de Teología y Cánones. Lo participo a usted lleno de confusión, para que si ll ega ese día mi carta a sus manos, o antes, no me niegue el poderoso auxilio de su bendición. » «Mi predicación, fu era de la Catedral, es dulce, cariñosa y suave; los afectos de contrición con el santo Crucifijo, tiernísimos y eficaces, y para mí poco o nada trabajosos, aunque nada dulces en mi interior, porque siempre soy piedra insensible; veo no son para mí, y así me conformo con mi amada compañera la insensibilidad, tiniebl a y amargura. Mañana y pasado por la mañana predicaré a puerta cer, acta. Su Ilma . piensa en que predique a la Can– cillería y a la Audiencia Eclesiásti ca , cárceles, etc. : el confesona rio no lo sigo, porque no hay tiem– po para ello. Del interior sigo trabajoso, poca ora– ción y menos recogimiento ; pero me parece no anda Dios muy lej os . Veo en mí un caos profundísi– mo de culpas y miserias, más en número que átomos el sol: voy a buscarlas y no las encuentro. A este estado me ha traído mi amor propio. ¡Dios se apiade demí. » (1). «Ya habrá usted recibido-afiade-la mía en que (1) Director Perfecto. Carta del 28 de abril de 1779

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