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- 145 -- curándolo) lo que hubiese en ell a, me parecía estar la tierra árida y muy seca y corno eriazo, y que ni a esta parte ni a la otra, que estaba a la mano sinies– tra del rio, llegaba la lluvia, que causaba la cre– ciente del rio y fr ondosidad del sembrado, no obstante que lo nublado ocupaba todo el campo. Allí mismo, como lo estaba pens ando, me pe rsuadía que esto todo era un a pintura del estado de mi alma, en el mal uso de las gracias, que como lluvia crecidísima forman este rio, enturbi ando sus aguas el infinito nú– mero de miserias que la mala tierra mía da de sí, y la sima, mi ingratitud e infidelidad; mas este modo de pensar ni otro que después me sigue mús (y sólo diré a usted a la vista) no me hacía mucha fuerza en el interior . Yo sacudía este fantasma o pensamien to , pero se estaba quieto: por lo que fuere se lo digo a a usted , aunque no creo deba hacerse alto sobre ell o». (1) En una posda ta de esta carta da la expli cación que prometió decirle a la vista: «Lo que1nás me ocu– rre al pensamiento de esto del campo , es ser esta ciudad. La lluvia, los auxil ios de Dios; el rio. lo que diré a usted cuando lo vea; el sembrado, las almas justas; la t ierra labrada, pero seca, los que se han conmovido con los terremotos; el eriazo, el resto de gente , que compone tanto como las otras dos partes ; pero no llega a ella el ri o, como ni le da humedad o riego a las otras. Dios dé a uskd luz, si hay algo en esto. » (2) «He esperado -continúa-ver algunos efectos de (1) Direc tor Perfecto. Carta del 16 de abril de 1779. (2) Director Perfecto.- Edici ón, 1924.-Carta 1G de abril de 1779. El río parece significar al Prelado, aunque el Beato no se atrevió a confiarlo al papel, por si pudiera extraviarse la carta.

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