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CAPÍTULO Xlll Misi ón en Granada - Visión- Es nombrado Doctor en Teología y Cánones- Célebre sermón a la Universidad- Es delatado al Consejo de Castilla-Milagros. '1778 Al describir la Misión de Granada, tenemos que presenta r antes un breve resumen de la situación reli – gioso-política de aquel tiempo, que sea como el mar– co de los sucesos que en ella se desarrollaron. Sin es– tas consideraci ones , sería muy difícil para nosotros, distantes cerca de siglo y medio de aquellos desdicha– dos tiempos, comprender el acto de arrojo heroico y de audacia santa de nuestro Beato en esta i\\isión, que pudo costarle la suspensión del oficio de predicar y hast a el destierro, como se lo costó más tarde. Ya hemos hablado anteriormente de la corte de Carlos III , dominada por los malvados ministros Aranda, Azara, Alba, Campomanes, Roda y otros del mismo jaez, en correspondencia con Voltaire, Rousseau, D'Alambert, el abate Mably y los enciclo– pedistas franceses. El vasto plan de persecución a la Iglesia santa, secundado en Francia por Choisseult , en Portuga l por el marqués de Pamba!, en Italia por Tannucci, en Prusia por Federico 11 , en Austria por el emperador José II , y en España por los ministros de Carlos III , se puede reducir a la consigna secre- 1~