BCCCAP000000000000000000000177

-117- disimuladas reflexiones con que el propio amor a la honra, a dar gusto, a que no digas disparates, se quie– re insinuar para turbarte etc. ¡No, no, Fr. Diego mío! Ya In nomine tao laxaba rete! Tibi honor, tibi gloria! etc.; y a ca rga cerrada, sin discreción, acomete a todo el infierno, cuanto más a un pueblo de -católicos. ¡Nada temas! Haces la causa de Dios; sales armado de su santo nombre a la palestra, y más puedes de lo que piensas. Caerán a tus pies, para que sean trofeos de los del Crucificado, los Goliales más soberbios; rendirás los más obstinados en el odio; y, si por desgracia no merecieran este bien, debilitarás al menos el partido de los rencorosos; y nunca se te hará cargo, si tú, olvidado de tí y todo dejado a Dios, obras varonilmente, y alientas tu fe, fortaleces tu es– peranza y todo lo ordenas al amor de los prójimos, que se te encargan. Hazlo así, y para que lo hagas -con más acierto, te lo mando en el nombre de Jesu– cristo, como ministro suyo. Y desde ahora para siempre te prevengo, que me ofendes mucho si alguna vez piensas que te he de abandonar, porque seas el que dices. ¡Ah, hijo mío! ¡Si yo te viera en la mayor perdición, cuánta fuera mi ansia por darte, no la mano, sino mi cora– zón , mi alma y mil que tuviera! ¿Qué es eso de dejarte yo? Ni me conoces ni me estimas. ¿Me deja– ras tú, si yo necesitase de tí? Creo que no; y cree– me tú, que nada más deseo que servirte, cuidarte y ser en J esucristo inseparable de tí; y en prueba te mando que ahora y siempre no dejes pasar dos meses sin darme cuenta de tus tareas, frutos, estado y sen– timientos de tu interior. » (1 ). (1) El Directo:· Perfecto . Ca rta del 21 de ortubre de 1778.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz